¿Vemos todos los mismos colores? ¿Es el rojo el mismo para vos y para
mí? ¿Percibimos igualmente el mismo café? Estas son preguntas que debido a su
nivel de subjetividad son difíciles de poder llegar a una respuesta, pero no
por eso no vamos a investigarlas. En este ensayo vamos a conocer lo que es la
percepción y como esta se relaciona con el café y en el siguiente charlaremos
de la percepción específica del café en nuestro cuerpo y subjetividad.
Uno de los primeros fenómenos humanos que estudio la psicología fue la
percepción. Pese a que por años desde el empirismo se argumentaba que a través
de nuestra experiencia es que uno puede comprender el mundo los primeros
experimentos en laboratorios hechos por Watson y Gestalt pusieron un paño frio
en esta afirmación. Ambos demostraron en sus investigaciones que no todos
percibimos de la misma forma e incluso esta puede fallar, un claro ejemplo de
esto son las ilusiones ópticas.
La percepción no solo falla, sino que también varia ampliamente
dependiendo del contexto del individuo. Vygotsky, psicólogo ruso, en su estudio
del aprendizaje y su desarrollo noto que lo que cada persona percibe y entiende
varia notablemente, donde alguien veía una línea recta otro percibía un camino
o rio. Es a partir de estas ideas que se considera la percepción como un
elemento formado en las bases culturales e históricas de cada sujeto como
también que la forma de captar símbolos varía según la utilidad que le da cada
uno.
En estudios actuales que se realizaron en torno a la percepción del café
midiendo la densidad de papilas gustativas de los participantes y separándolo
en dos grupos, uno que tenia mayor cantidad que la media y otro que tenia
menor. En este se encontró que se correlacionaba la alta cantidad de papilas
con la intensidad que se percibía de acidez en la taza como también que
agregaban mayor cantidad de azúcar a su bebida. Por el contrario, entre ambos
grupos no hubo diferencia en la puntuación de amargor y astringencia.
En otro estudio se realizó una comparación entre la percepción distintos
tipos de cafés tanto en su varietal como en su tueste: Uno era con un tostado
normal y de la varietal arábica, otro que era con un tostado normal y varietal
robusta y por último un tostado torrado con varietal robusta. Todo el grupo que
formo parte del experimento pudo diferenciar claramente entre estos tres tipos.
Otra investigación fue una que se realizó un estudio con dos muestras de
personas de países distintos, uno era de Australia mientras que el otro era de
Japón. En este se buscaba comprar la sensibilidad de los sabores en el café de
ambas poblaciones y notar si había diferencias significativas. Por el contrario,
el resultado de este fue que los resultados daban similares, las variaciones en
cuanto al gusto y sensibilidad dependía mas de los gustos del individuo y su
experiencia con la bebida que de su origen.
A pesar de que no presento datos concluyentes en cuanto a los resultados
se dio una investigación en EEUU comparando la diferencia entre grupos
anglosajones y latinoamericanos y también separándolo entre esos dos grupos por
género. En el estudio se encontraron que las mujeres anglosajonas que preferían
en un alto porcentaje los alimentos y bebidas dulces, un 40 por ciento,
mientras que los hombres anglosajones tenían la puntuación más baja en cuanto a
preferencia de dulces, un 14 por ciento, preferían en su mayoría bebidas y
comidas más complejas en sabor. Por el contrario, los resultados de las mujeres
y hombres latinoamericanos dieron similares ya que ambos dieron casi la misma puntuación
en lo que les gustaba las golosinas y bebidas dulces, entre 20 a 25 por ciento.
En este estudio nos encontramos con dos contradicciones simultaneas que no nos
permite llegar exactamente a una conclusión, por un lado, la muestra comparándola
desde los géneros dependiendo en cual uno se fije. Desde el aspecto anglosajón podemos
encontrarnos con una diferencia significativa entre géneros pero no entre los
latinoamericanos, por el otro lado también si comparamos el grupo anglosajón
con el latino se notan diferencias notables donde se podría suponer una
diferencia debido a su diferentes culturas o genes.
En base a estas investigaciones
podemos concluir que la misma hipótesis que se planteaba para la percepción y
la forma en la que uno las experimenta es igual en como sentimos el café. Nunca
sabremos si vemos el mismo color o sentimos lo mismos sabores, pero si sabemos
que la forma en la que lo hacemos se genera en parte a nuestra historia propia
con esta bebida. Nosotros nos volvimos formalmente pareja en un Starbucks en
Belgrano, a pesar de que el café que tomamos en ese momento nos pareció el mas
dulce y delicioso de todos, en estos momentos cuando probamos uno no podríamos
decir lo mismo, pero esto lo retomaremos en el próximo ensayo.
Referencias
-David G. Laing, John Prescott, Graham A. Bell, Robin Gillmore, Catherine
James, D.John Best, Suzanne Allen, Masaaki Yoshida, Kazumi Yamazaki, A
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-Multivariate
Methods for Characterization and Classification of Espresso Coffees
from Different Botanical Varieties and Types of Roast by Foam, Taste,
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Retrieved from https://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/jf010314l
-Masi,
C., Dinnella, C., Monteleone, E., & Prescott, J. (2015). The impact
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preferences. Physiology & Behavior, 138, 219-226. doi: 10.1016/j.physbeh.2014.10.031
-ZELLNER,
D., GARRIGA-TRILLO, A., ROHM, E., CENTENO, S., & PARKER, S. (1999).
Food Liking and Craving: A Cross-cultural Approach. Appetite, 33(1), 61-70. doi: 10.1006/appe.1999.0234
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