Punto de partida
Primero la decisión del grano. En general los granos de Kenya tienen un grado de complejidad que da a lugar a notas muy particulares, estos granos son raros de encontrar en cafés de especialidad y aún más en supermercados pero hay líneas de tostadores que siempre cuentan con ellas. Entre ellas se encuentra el grano que utilizamos para esta receta, en cuanto a precio se encuentra en el promedio.
En cuanto al método decidimos que la chemex era el que nos iba a dar la taza que buscamos, notas nítidas e intensas con un cuerpo suave. Otro punto que afectó fue nuestra forma de molienda es con un molino de café portátil común, que da como resultado una molienda muy fina comparada con la que se usa normalmente. Esto llevó al método que elegimos como también la receta.
En tercer lugar, la decisión de la receta: La proporción 1:16 fue en búsqueda de una extracción ideal. El blooming de 60 segundos fue para una bebida más aromática y la temperatura de 80 grados fue para no tener que sacrificar tiempo del agua en contacto con la cama de café, que podría afectar la extracción de los componentes más complejos del grano, sin tener una sobre extracción de los componentes menos complejos que afectarían la bebida final como también para evitar la sobre extracción por la molienda fina.
La bebida final
Equilibrada entre notas tostadas y frutales con nitidez y una taza limpia sin sedimento. En frío nos encontramos con una acidez más marcada donde resaltan los sabores más complejos.
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