En su tercera
edición el FECA brilló con los dos mundos del café, la clásica experiencia de
las cafeterías argentinas tradicionales y el café de especialidad donde hubo un
lugar para los gustos de todos como también un espacio para conocer nuevas
experiencias. Allí se podían conseguir disitintos granos que ofrecían los
stands, pastelería y panadería como también métodos o productos para el hogar
relacionados con la cafetería.
El primer lugar
que recorrimos fue Café Martínez donde nos pedimos un café chico, que resultó
ser un americano, preparado con su grano de Colombia. En un principio predominaban
los sabores amargos en él pero a medida que se fue enfriando comenzaron a
destacar más sabores ácidos, cítricos y frutados. En general fue uno de los
americanos que más nos gustaron por lo distinto que era.
Al segundo lugar
que pedimos un café fue en Estilo Misión, al pedir el café chico nos dieron un
americano hecho con un café tostado al estilo italiano por Café La Esmeralda.
Este americano tenía sabores típicos de un café de bar, predominaban los
sabores tostados con un cuerpo suave y un retrogusto amargo.
En tercer lugar,
fuimos a Edison donde pedimos dos cafés, un espresso y un cappuccino kínder, ambos
hechos con un grano de Guatemala tostado por Puerto Blest. El primero era un café
balanceado en sabor donde destacaba lo dulce, pudimos encontrar en él notas a
nuez y chocolate amargo. En cuanto al cappukinder era dulce y con un cuerpo
cremoso, como resultado del juego del chocolate y la bebida nosotros
encontramos un sabor parecido a la avellana.
Luego fuimos a Cabildo
donde al pedir un café chico te ofrecían un americano, éste estaba hecho por un
café tostado italiano por Café La Bolsa, típico de bar porteño. Éste tenía un
suave sabor a tostado y amargo con un aroma predominantemente a cuero.
Santa Café fue el
siguiente stand al que fuimos donde nos pedimos un espresso, el mismo estaba
hecho con un grano de Colombia, región de Santander, tostado por Lattente. Éste
tenia un sabor predominantemente ácido, producto del grano usado, con notas cítricas
y frutadas como la naranja.
En Cabrales nos
pedimos un espresso, el cual ellos preparaban con un estilo americano, usando
su línea de granos Super Cabrales, un blend de arábica de Brasil y Colombia con
un tueste oscuro. El café tenía un sabor principalmente a tostado y notas
amargas con un fondo cítrico.
Bárbaro usaba granos
de Café Bohío línea oro, un blend de granos con orígenes en Costa Rica, Brasil
y Colombia con un tueste italiano, donde pedimos un café chico, preparado como
un lungo. El café era bastante balanceado con un pico en los sabores tostados
donde encontramos un sabor parecido al maní tostado y un cuerpo cremoso.
Import Coffee usaban
granos de la línea de Illy con origen en Brasil con un beneficio natural. El
gusto de este espresso era tostado y amargo con un cuerpo liviano.
En Las Violetas compartían
el gusto por el grano con Estilo Misión, ellos también usaban granos tostados por
Café La Esmeralda con un tueste italiano. El café que ellos ofrecían era un
americano, este tenia sabores suaves gustos tostados con un cuerpo liviano y un
retrogusto igual de suave.
En Puerto Blest
probamos el ritual de filtrados con el método Chemex, el primero de ellos
estaba hecho con un grano de Nicaragua con un beneficio natural, éste era
balanceado en sabor con una marcada nota a cereza. El segundo era un grano de Perú
con un lavado orgánico, éste tenía un sabor balanceado, pero con un pico en
dulzura, la nota que mas predominaba era la de caramelo y miel. También
probamos un espresso hecho con granos de Nicaragua con beneficio lavado, este
era redondo y balanceado con notas a azúcar mascabo y semillas tostadas. Por último,
tomamos un cold brew con un sabor predominantemente frutal con notas a cítricos
tales como la naranja y el limón con un cuerpo sedoso y un retrogusto acido
suave.
En café Tortoni ofrecían
cafés al estilo americano tradicional de los bares porteños hechos con la línea
de granos de cabrales con un tueste italiano, un blend de granos con origen en Brasil
y Colombia, Super cabrales. Principalmente destacaba de éste la experiencia que
venía con el stand, donde había mesas y mozos que te atendían al igual que en
el tradicional bar.
Exigí buen café vendía
varios artículos relacionados al café para barista y para el hogar, uno de esos
era una máquina de café filtrado de la cual ofrecían una bebida hecha con ella,
podías elegir entre tres granos: Etiopia, Brasil y Colombia. Nosotros probamos
el primero, el cual tenia un sabor suave y tostado con un cuerpo igual de
liviano.
La unión usaba
su clásico blend hecho por Puerto Blest, 60% Brasil y 40% Guatemala, del cual
pedimos un espresso. Resulto en un café balanceado y redondo con notas ácidas,
frutadas y tostadas con un cuerpo cremoso.
En cuanto a la Usina
Cafetera también usaban un café tostado por Puerto Blest, éste era de origen
Nicaragua con la varietal Catuai Rojo, del cual tomamos un espresso. El sabor
era balanceado con un pico en las notas tostadas, suave en cuerpo y de
retrogusto también tostado.
Por su lado Café
Fundador repartía muestras de frapuccinos de chocolate, éste era suave y balanceado
en sabor, lo dulce de la crema no opacaba las notas amargas del café. En cuanto
al espresso ofrecían dos granos para probar, de Brasil y de Costa Rica,
nosotros probamos el segundo. El sabor era suave y amargo con un fondo ácido, en
éste había notas a tostado y tintes frutados.
En Macchiato nos
pedimos un espresso que era hecho con un blend de Brasil, Colombia y Guatemala con
un tueste oscuro de su propia línea. En el sabor predominaban las notas
tostadas propias del perfil del grano como también un aroma acuerado.
Lattente trabajaba
con su propia línea de granos, utilizaban un grano de Colombia con un tueste
medio, multivarietal, de la región de Santander. El espresso que probamos tenia
un sabor balanceado donde predominaba lo ácido con notas cítricas con un cuerpo
sedoso y retrogusto suave.
Por su lado Tostado
Café Club ofrecía un café filtrado de máquina, éste tenía un sabor
principalmente amargo con un tinte frutado y con un cuerpo suave. El
protagonista de este stand era la panadería y pastelería que ellos ofrecían para
acompañar al café que tomabas.
Ouro Preto nos sorprendió
con su café, un blend de Brasil, Colombia y Costa Rica preparado por ellos,
hecho en una maquina de filtrados. Este café era suave y frutado con un sabor
complejo, redondo y balanceado.
Tienda del café
usaba su línea de café barista para preparar un café americano, el sabor de
este era suave y tostado con un cuerpo pesado en boca.
Por último, Gato
Negro ofrecía amplia variedad de especias, tes y cafés para comprar preparados
por ellos. El café que probamos era un espresso hecho con su línea de café de
Brasil con un tueste perfilado a oscuro, en el sabor predominaba las notas a
tostado y a cuero.
Durante este
evento pudimos ver como el mundo de especialidad cambió al de la cafetería porteña
tradicional, en donde ellos comenzaron a centrarse y darle mas importancia a la
calidad del grano como también a la elaboración correcta de esta bebida en búsqueda
de acercarse al territorio del Specialty Coffee. Por su lado las cafeterías de
especialidad también cambiaron debido al mundo de la cafetería tradicional al
tener una aproximación mas abierta en la elaboración de sus bebidas, ofreciendo
americanos y lungos, para dar un espacio a todo aquel que decidiese acercarse a
este nuevo territorio de sabores adaptando la bebida tradicional de ellos a un
grano del cual no están acostumbrados. En la historia se ve repetidas veces
como dos partes se encuentran y ambas interactúan cambiándose radicalmente
entre ellas y en nuestra opinión este es solo el comienzo y nos encontramos
ansiosos por conocer a donde llegara el café la próxima vez.
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